Embárcate en una experiencia única que conecta el arte y la tradición vitivinícola de la Ruta del Vino Arlanza a través de un recorrido educativo y sensorial en el Museo de Burgos. Diseñada para todos los públicos, esta actividad combina historia, cultura y vino, destacando cómo estos elementos se entrelazan para contar la historia de un territorio excepcional.
Embárcate en una experiencia única que conecta el arte y la tradición vitivinícola de la Ruta del Vino Arlanza a través de un recorrido educativo y sensorial en el Museo de Burgos. Diseñada para todos los públicos, esta actividad combina historia, cultura y vino, destacando cómo estos elementos se entrelazan para contar la historia de un territorio excepcional. La visita comienza con una introducción guiada o mediante audioguía, donde descubrirás cómo las obras del museo reflejan las tradiciones, la vida y el legado cultural de los pueblos de Arlanza. A través de esculturas románicas, pinturas y otros tesoros, se revela la conexión entre el arte, las tradiciones agrícolas y el vino como símbolo de comunidad y celebración, ofreciendo una perspectiva tanto visual como emocional. La experiencia culmina en el patio del palacio del museo, invitándote a reflexionar sobre las conexiones entre el arte y la cultura de Arlanza. Además, se anima a los participantes a explorar los pueblos de la Ruta del Vino, degustar sus vinos y vivir de cerca lo que el arte ya ha contado. Perfecta para quienes buscan una vivencia auténtica y enriquecedora, este recorrido es una innovadora forma de descubrir el alma de la región.
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Una experiencia única donde podrás combinar tradición y pasión con artesanales vinos y con catas con productos km 0 junto a unas vistas privilegiadas sobre el meandro del rio Ebro.
Bodegas Luzón es una bodega orgullosa de sus raíces y del territorio al que pertenece. Uno de los principales productores y exportador de vino de la D.O.P Jumilla desde su fundación por Don José de Molina, comandante de los Reales Ejércitos destinado en Filipinas, decide volver a su Jumilla natal tras terminar su carrera militar, poniendo como nombre a sus tierras “Finca Luzón” en honor a la isla en la que estuvo tanto tiempo y que siempre quedó en su recuerdo. Posteriormente, la historia de nuestra bodega se torna todavía más especial, cuando Don José De Molina decide vincular la herencia de sus tierras y su finca a la rama femenina de la familia, quedando así hasta mediados de los años 80.